Anima a los empleados y clientes/usuarios a adoptar hábitos más eficientes. Por ejemplo se pueden colocar pequeños carteles o adhesivos con frases como:
Cierra el grifo mientras te enjabonas o te cepillas los dientes.
Informa al personal de la empresa de las medidas que se han llevado a cabo para reducir el consumo de agua en la instalación sanitaria.
Vigila las pérdidas de agua. ¡El goteo de un grifo representa el despilfarro de 30 litros al día, es decir más de 10.000 litros al año!
Grifería temporizada o de cierre automático. Las griferías temporizadas son aquellas que se accionan pulsando un botón y dejan salir el agua durante un tiempo determinado, transcurrido el cual se cierran automáticamente. En edificios públicos, la reducción en el consumo se estima entre un 30 y un 40%. Es importante calibrar en todos los grifos el caudal y tiempo de apertura más cómodos para los usuarios y no menos relevante un adecuado mantenimiento de los mismos que garantice su buen funcionamiento. Se estima que un caudal de entre 6 y 8 l/min durante 6-9 segundos es perfecto para un uso normal.
Grifería electrónica. Dentro de las opciones de grifería de cierre automático, las de tipo electrónico son las que ofrecen las máximas prestaciones desde el punto de vista de la higiene y el ahorro de agua. La apertura se activa cuando se colocan las manos bajo el caño de salida de agua. Mientras el usuario tiene las manos en posición de demanda de agua el flujo permanece constante, interrumpiéndose inmediatamente en el momento de retirar las manos.
Si no se puede disponer de este tipo de tecnologías, algo más caras que las de uso domésticos, recuerda que:
Es mejor el uso de grifos monomando frente a los tradicionales grifos de ruleta. Si tienes que adquirir un nuevo monomando asegúrate que dispone de apertura en dos fases, un tope intermedio que permite el ahorro de más de un 50% de agua. Utiliza aireadores en tus grifos, se enroscan en la punta de los caños e incorporan aire al chorro de agua, reduciendo el consumo hasta un 40-50% sin ningún perjuicio para el usuario.
Otro dispositivo son los reductores de caudal, se incorporan en las tuberías de los grifos para impedir que el consumo de agua exceda un consumo fijado (normalmente 8 litros/por minuto).
Anima a los empleados y clientes/usuarios a adoptar hábitos más eficientes. Por ejemplo se pueden colocar pequeños carteles o adhesivos con frases como:
Recuerda: El inodoro no es una papelera.
Cisterna con sistema de ahorro de agua: volver a pulsar para interrumpir la descarga (si se dispone de este mecanismo).
Cisterna con sistema de ahorro de agua: Necesidad pequeña, botón pequeño (si se dispone de mecanismo de doble pulsador).
Informa al personal de la empresa de las medidas que se han llevado a cabo para reducir el consumo de agua en la instalación sanitaria.
Vigila las pérdidas de agua.
La tecnología más apropiada para los servicios de empresas con un gran número de usuarios son los de descarga presurizada.
Los sistemas de descarga presurizada se accionan mediante un grifo de cierre automático (mecánico o electrónico) instalado sobre una derivación de la red interior de agua. Dado que la presión procede de la red y no de la columna de agua existente en la cisterna, alcanza una elevada potencia de descarga lo que permite un lavado muy eficaz. La necesidad de disponer de elevada presión en la red para cada uno de los posibles fluxores a instalar, precisa un riguroso estudio de la presión y unos grandes diámetros de tuberías, válvulas etc. Por ello, es imprescindible realizar un control de fugas, dado que el elevado caudal que ofrecen algunas griferías (hasta 90 litros por minuto) puede convertir un simple goteo en una importante pérdida de agua.
Así mismo, y debido al elevado caudal de salida, conviene ajustar de manera muy precisa el tiempo de apertura de los sistemas de descarga. Para limitar estos inconvenientes es preciso instalar llaves unitarias de corte en cada fluxor. Éstas permiten cerrar el paso de agua de una manera sencilla y rápida en el momento de detectar una deficiencia.
Para un reducido número de usuarios se pueden instalar los mismos sistemas que en domicilios.
Anima a los empleados y clientes/usuarios a adoptar hábitos más eficientes.
Informar al personal de la empresa de las medidas que se han llevado a cabo para reducir el consumo de agua en la instalación sanitaria.
Vigila las pérdidas de agua.
La elección de un correcto sistema de descarga, permite combinar la máxima higiene con un ahorro importante de agua.
Fluxores / temporizadores. El accionamiento de estos sistemas de descarga se produce al ejercer presión sobre un mecanismo que permite el paso de agua. A diferencia de los fluxores de los inodoros, estos sistemas no precisan una presión elevada, por lo que se pueden adaptar a la red existente en cualquier edificio.
Electrónicos. Estos sistemas incorporan detectores de presencia que permiten realizar una descarga en el momento en que el usuario se retira del urinario. Existen además, otras opciones que realizan una pequeña descarga inicial en el momento en el que el usuario se coloca frente al urinario.
Urinarios sin agua. Es una técnica muy poca extendida en Europa. Los urinarios sin agua se asemejan a los urinarios convencionales pero eliminan las tuberías de dotación de agua para limpieza, así como los fluxores o sensores. Los procedimientos diarios de limpieza son los mismos que los del urinario de fluxómetro. Consisten en que en la salida del urinario se coloca un cartucho desechable con un producto para evitar males olores y que se debe cambiar en función de los usos (hasta unos 7.000 usos).
Anima a los empleados/usuarios a adoptar hábitos más eficientes.
Informar al personal de la empresa de las medidas que se han llevado a cabo para reducir el consumo de agua en la instalación sanitaria.
Vigila las pérdidas de agua.
Instala un reductor de caudal para reducir el caudal de salida o utiliza cabezales de ducha ahorradores de agua (ya sean fijos o de tipo teléfono); reducen el caudal de salida hasta un 50%.
Instala un regulador termostático para no desperdiciar agua por no salir a la temperatura deseada.