La agrupación de las plantas según sus necesidades de agua (zonificación) permite regarlas con más eficiencia: si las que necesitan más agua están juntas no será necesario regar tanto las otras zonas.
El riego debe plantearse con flexibilidad, adaptándolo a la meteorología. Es recomendable comprobar el grado de humedad del suelo antes de regar y evitar el riego con fuertes vientos o en las horas de más calor para evitar el incremento de pérdida de agua por evaporación.
Es preferible regar árboles y arbustos pocas veces aunque con generosidad. Las plantas desarrollarán así mejor las raíces y se harán más resistentes a las sequías.
Es conveniente dejar crecer el césped 5/6 cm, así necesitará menos agua.
La limitación del empleo de fertilizantes en verano permite disminuir la demanda de agua de las plantas.
Los dos sistemas de riego más empleados en la jardinería de bajo consumo y para hacer un uso eficiente del agua en el riego de huertos son:
Riego por aspersión: la emisión de agua se produce por aspersores (giratorios) o difusores (fijos). Está especialmente indicado para el riego de céspedes, su caudal y alcance puede ser muy diferente por lo que hay que ajustarlo perfectamente en cada caso.
Riego localizado: se trata de tuberías emisoras que distribuyen el agua en puntos localizados y con un caudal variable (de 4 a 16 l/h). Su principal ventaja es la reducción en el consumo por evitar las pérdidas por evaporación y la localización de la emisión de agua de riego.
Lo fundamental en estos tipos de riego es su facilidad a la hora de automatizar el sistema de riego, lo que le proporciona la facilidad de ajustar la cantidad de agua aportada a las necesidades de la especie en función de su localización y las variables meteorológicas de cada momento. Estas automatizaciones se pueden complementar con sistemas como reductores de caudal y/o limitadores de presión.
El riego manual tiene el inconveniente de que es más difícil calcular la cantidad de agua que se está aportando en cada zona. Además, es difícil acoplarse a la velocidad de infiltración de suelo. Sin embargo, esta forma de riego es útil para zonas que necesitan aportaciones puntuales de agua en las épocas más secas.