A la hora de seleccionar las especies que formarán parte del jardín, es preferible orientar nuestra elección a plantas autóctonas. Cuentan con la ventaja de que se encuentran totalmente adaptadas a las condiciones climáticas de la zona en la que vivimos disminuyendo así la necesidad de riego, ya que su ciclo de crecimiento se regula en función de las características meteorológicas de cada época del año.
Infórmate sobre la vegetación de los espacios naturales y los terrenos no cultivados de nuestro municipio o comarca.
Además, puedes encontrar gran cantidad de especies autóctonas en la mayoría de los viveros de tu región, por lo que te recomendamos que consultes con los vendedores que te atiendan en tu punto de compra habitual. Ellos te podrán indicar las plantas más adecuadas.
Aunque en Bizkaia el césped no requiere tanto consumo de agua como en otras zonas más secas se puede sustituir en algunas partes por plantas tapizantes, o árboles (robles, castaños, fresnos, alisos, etc.) y arbustos cuyas exigencias de riego son mucho menores.
Se pueden también recubrir superficies del jardín con materiales como piedras, gravas, cortezas de árbol, etc. Es una de las técnicas más eficaces para reducir las pérdidas de agua por evaporación, al tiempo que se logra un agradable efecto estético.