La condición previa para que una instalación de captación y utilización de agua de lluvia funcione bien, es una buena planificación y la selección cuidadosa de los diferentes elementos constructivos.
Un punto importante que deben tener en cuenta es decidir el lugar de la instalación de la cisterna y los materiales a emplear.
El equipo de recogida de aguas pluviales consta de los siguientes elementos básicos:
Captación: en la captación del agua de lluvia con fines domésticos, se acostumbra a utilizar la superficie del techo como captación, que debe tener la superficie y pendiente adecuadas para que facilite el escurrimiento del agua de lluvia hacia el sistema de recolección. Este modelo tiene un beneficio adicional y es que además de su ubicación minimiza la contaminación del agua.
Recolección y conducción: es el sistema que mediante canalones recoge el agua y la lleva hacia el depósito de almacenamiento. Previamente se aconseja poner algún sistema que evite entrada de hojas y similares.
Filtro: es imprescindible colocar un filtro a la entrada del depósito para hacer una mínima eliminación de la suciedad y evitar que entre en la cisterna. No es aconsejable la recogida de agua de lluvia al aljibe o al depósito sin filtros.
Aljibe: es el depósito donde se almacena el agua ya filtrada, con rebosadero y sifón de descarga para evitar posibles derrames y la entrada de animales del exterior. Los lugares idóneos para instalarlo sería enterrarlo o emplazarlo en el sótano de la casa. Si no es posible hay que evitar que pase la luz ya que ésta podría producir crecimiento de algas.
Bomba. Si el depósito está enterrado o situado en el sótano, la bomba resulta necesaria para distribuir el agua.