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Consorio de Aguas Bilbao BIzkaia
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El Consorcio de Aguas Bilbao
Bizkaia ha dado un paso más en la mejora del sistema de saneamiento de
Durangaldea, con la puesta en servicio del tanque de tormentas de Arriandi
(Iurreta), el segundo más grande construido hasta el momento por la entidad, y
que permitirá reducir a la mitad los alivios al río Ibaizabal de aguas
residuales sin tratar –que desbordan del colector con lluvias fuertes–, con la
consiguiente mejora mendioambiental.
La obra ha supuesto una
inversión superior a los 6,3 millones de
euros, financiados por el propio Consorcio de Aguas, la Diputación Foral de
Bizkaia y el Gobierno Vasco (URA), para construir un depósito subterráneo con
capacidad de 25.000 m3
dividido en cuatro cuerpos, dentro de la parcela de la EDAR de Arriandi. El
proyecto ha incluido además la ejecución de todas las conexiones necesarias entre
la nueva infraestructura y las instalaciones de la depuradora.
El tanque de tormentas de
Arriandi dará servicio a una población cercana a los 50.000 habitantes de Abadiño, Atxondo, Berriz, Durango, Iurreta,
Izurtza, Mañaria y Zaldibar. Construido en hormigón armado, su función será
almacenar temporalmente el agua residual excedentaria, que procedente del
colector de red primaria del Alto Ibaizabal, supere la capacidad de tratamiento
de la EDAR (establecida en 35.000 m3/día)
evitándose así los vertidos al río en episodios de lluvia intensa. Así, el agua
se retiene hasta que la demanda de la planta pueda absorber nuevos caudales de
tratamiento.
Y es que, un tanque de
tormentas no es otra cosa que un gran depósito subterráneo que tiene la misión
de acumular el agua que desborda de los colectores en momentos de pluviosidad
elevada. Esa agua se almacena y más adelante, cuando cesan las lluvias, se
envía a las depuradoras de forma gradual. De esta forma, el tanque de tormentas
minimiza la cantidad de aguas sucias que llegan al medioambiente sin el adecuado
tratamiento. En este caso, reducirá a la mitad las aguas que debían aliviarse
al cauce del Ibaizabal.
Según las previsiones del
Consorcio de Aguas, para un año de pluviometría normal, se espera que el tanque
entre en servicio en torno a 50 veces con lo que dejarán de verterse al río 200.000 m3
de agua residual mezclada con agua de lluvia.
Al igual que el resto de
tanques de tormentas, el de Arriandi tiene un canal de entrada de agua
procedente del colector y dispone de cuatro alivios a diferente cota que
permiten el llenado secuencial de los cuatro depósitos en que se divide interiormente
el tanque. Estos vasos tienen planta rectangular de 61 x 12 metros y una altura
de 10 metros. Una vez estas grandes cubetas estén llenas, el vaciado de las
mismas hacia el pretratamiento de la EDAR se realizará a través de cuatro
bombas.
Cada uno de los depósitos
interiores del tanque dispone de dos volteadores de 6.000 litros cada uno para
la limpieza del fondo tras su vaciado. Esta agua de limpieza procede del
tratamiento terciario de la propia depuradora, con lo que no es necesario un
gasto adicional de recurso.
Toda la instalación dispone además
de un avanzado sistema de ventilación, de bajo consumo energético, para extraer
el aire odorizado de la zona de almacenamiento de aguas residuales para su
posterior tratamiento en un filtro de carbón activo. De esta forma se consigue
una renovación a la hora del aire con el tanque vacío y 2,9 renovaciones a la
hora con el tanque lleno de agua, garantizando la completa renovación del aire.
El sistema depura el aire que utiliza para la ventilación interior previo a su
salida al exterior de la planta, reduciendo el impacto por olor al entorno
inmediato. Toda la instalación está automatizada y se opera desde el puesto de
control de la propia EDAR.
La ejecución del tanque de
tormentas de Arriandi ha supuesto un movimiento de 40.000 m3 de tierras. La realización de la estructura
ha supuesto la colocación de más de 10.000 m3
de hormigón estructural en losa de cimentación, muros y pilares, así como losa
de cubierta. La obra civil se completa con la realización de un pequeño
edificio de control, en planta baja y que ocupa una superficie de 130 m2.
Antecedentes
En 1979 el Consorcio de
Aguas puso en marcha el Plan Integral de Saneamiento del Bilbao metropolitano,
el proyecto medioambiental más importante llevado a cabo en la CAPV que ha
supuesto una inversión de más de 1.000 millones de euros. Ademas, de cumplir las
exigencias de la UE en materia de tratamiento de aguas residuales, el Plan ha
permitido la recuperación medioambiental de nuestros ríos, Ría y playas, para
el disfrute de la ciudadanía.
En total, unos 300
kilómetros de colectores e interceptores recogen las aguas residuales
domésticas e industriales, y las llevan a la EDAR de Galindo (Sestao), la gran
obra por excelencia en saneamiento, además del resto de depuradoras más
pequeñas repartidas por todo el territorio histórico. En los últimos años el
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia ha centrado sus esfuerzos inversores en un
elemento que marca una nueva era del saneamiento: los TANQUES DE TORMENTAS.
Como consecuencia de los
estudios de actualización del Plan Integral de Saneamiento del Bajo Nervion, y
con el objetivo de cumplir las prescripciones de la Directiva 92/271/CEE en
materia de tratamiento y depuración de aguas residuales y su impacto en la
calidad del medio receptor, se dedujo la necesidad de construir una serie de
infraestructuras de optimización de la Red General de Colectores para disminuir los vertidos de agua sucia a
los cauces –con fuertes lluvias–, con la consiguiente mejora medio ambiental.
Para ello, se ha estudiado la ubicación y se han dimensionado
diversos tanques de tormenta situados en puntos estratégicos de la red de
saneamiento, con una capacidad conjunta de almacenamiento en torno a los
285.000 m3. El tanque de tormentas de Lamiako I (10.000 m3) fue la primera de
estas instalaciones en entrar en servicio, después entraron en operación
Santurtzi (12.000 m3), Asua
(8.000 m3) y el grán tanque de Euskadi ubicado en Etxebarri
(75.000 m3) y que funciona
desde el pasado mes de noviembre