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Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
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Con una superficie superior
a la de un campo de fútbol y una altura semejante a un edificio de cinco
plantas, el tanque de tormentas de Etxebarri, es la mayor obra de saneamiento
que acomete, en la actualidad, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, con una
inversión superior a los 33 millones de euros (financiados por Consorcio de
Aguas, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno Vaco).
Con un volumen de 74.480 m3,
la instalación ubicada junto al río Nervion, frente al barrio de Bolueta,
evitará vertidos al cauce de aguas residuales sin tratar. Y es que, un tanque
de tormentas no es otra cosa que un gran depósito subterráneo que tiene la
misión de acumular el agua excedente (que desborda) de los colectores en momentos
de pluviosidad elevada. Esa agua se almacena y más adelante, cuando cesan las
lluvias, se envía a las depuradoras de forma gradual.
De esta forma, el tanque de
tormentas minimiza las aguas sucias que llegan al medioambiente, a los ríos o
al mar, sin el adecuado tratamiento. El objetivo es conseguir que sólo el 0,5%
del total de las aguas residuales mezcladas con agua de lluvia que entran en
los colectores del Consorcio de Aguas, – unos 130.000 ó 140.000 millones de
litros al año– quede sin tratamiento y termine en el medio ambiente.
El tanque de tormentas de
Lamiako I (10.000 m3) fue la primera de estas instalaciones en
entrar en servicio, después entraron en operación Santurtzi (12.000 m3)
y Asua (8.000 m3), encontrándose en fase muy avanzada los tanques de
Arriandi (primero que se construye en Durangaldea) y este de Etxebarri, cuya
puesta en servicio se estima para otoño.
Los tanques actualmente en
funcionamiento evitaron en 2013, que además fue un año pluviométrico
importante, que casi 1.700 millones de litros de mezcla de aguas de lluvia y
residuales terminaran en el medio natural (813 millones de litros en 2012). En
el caso concreto del Tanque de Etxebarri, se estima que podrá llenarse 14 veces
al año, por lo que 1.200 millones de litros de aguas de lluvia y residuales
dejaran de verterse al río Nervión.